Evita complicaciones en su salud.
FICYN Comunicación & Noticias/ Mascotas
Una razón de peso por la que el miedo a los cohetes y fuegos artificiales se presenta es debido a una falta de habituación, o una respuesta exagerada del dueño cuando se presenta cualquier tipo de ruido fuerte, incluso aunque este sea muy cachorro.
Otra razón por la que se puede presentar es debido a una experiencia traumática en su pasado, como una exposición muy cercana a cohetes y fuegos artificiales en perros con hipersensibilidad al oído.
¿Qué hacer para calmarlo?
En cualquiera de los dos casos los medios para intentar tranquilizarlo son los mismo. Cuando este miedo no se trata ni se contrarresta, es muy probable que el perro desarrolle ansiedad, taquicardia, hiperventilación, y aunque menos probable pero no imposible, puede sufrir un ataque cardiaco.
Uno de los comportamientos más comunes y que se deben evitar es el de acariciar a al perro. Esto puede llegar a confundirlo y hacerle creer que el ruido de afuera es peligroso, y que por ello lo estás cuidado y consolando.
En caso de que busque un escondite, no intentes sacarlo de ahí, ya que esto es una forma de darse seguridad por si mismo. Si están dentro de casa, lo mejor sería cerrar todas las puertas y ventanas para evitar que se escuche lo menos posible.
Debes mostrarte tranquilo tu antes que nada, de lo contrario tu perro entenderá que es algo peligroso, por lo que tú también estás mal.
Contrarresta el ruido con otros sonidos. Esto puede ser con la televisión, música o videos. La música clásica, además de aligerar los sonidos, también tienen un efecto relajante. Procura mantener un volumen adecuado.
Puedes optar por ponerle unas bandas ajustadas alrededor del cuerpo o conseguir un traje autoajustable que ejerza presión, lo hará sentir más seguro.
Antes de que llegue la hora típica en la que comienzan a sonar los cohetes y fuegos artificiales, dale un paseo de aproximadamente 30 minutos o una hora. Esto hará que se relaje e incluso puedes intentar cansarlo para intentar que duerma.
Un método con el que puedes intentar y que a muchos les ha resultado es el uso de esencias florales como las flores de Bach. Puedes auxiliarte con un experto en terapias alternativas y tu veterinario de cabecera.
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