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Ante el cercano inicio del año 2020, el arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos pidió no dejar pasar la oportunidad de contemplar la humildad de Dios que se hace pequeño para habitar entre nosotros.
“Regocijémonos con el único que nos da la vida y nos la da en abundancia; digamos gracias. Bienvenido a mi historia, a mi casa, a mi corazón”, asentó.
En su mensaje de año nuevo, el mitrado llamó a hacer una pausa en el ritmo vertiginoso de nuestras vidas, para redescubrir y observar lo que pasa a nuestro alrededor.
“Recordemos que hay cosas que son pasajeras y otras que permanecen para siempre. Los invito a detenernos un momento, dejando atrás lo que no ayuda y centrémonos en lo que nos permite ser mejores cristianos”, exhortó.
Por eso, llamó a ver el futuro con esperanza, viviendo en hermandad, pensando en construir una sociedad en la que se pueda vivir en armonía y en paz.
También, con la certeza del amor de Dios, convocó a cuidar de nuestros hermanos y valorar a los que viven a nuestro alrededor, reconociéndolos como corona de su Creación.
Vamos -dijo- a revisar si estamos haciendo las cosas bien o hemos llegado al final del año con las manos vacías, sin hacer buenas obras, ¿cuánto hemos hecho por los demás?
“No dejemos de poner todas nuestras acciones y esfuerzos en favor de los más indefensos, desde su concepción hasta su muerte natural, veamos la vida con ojos de eternidad”, asentó.
