Tradicionales en la gastronomía mexicana, las patitas de pollo poseen grandes beneficios para nuestra salud. ¡Descúbrelos!

Son deliciosas y por las noches las encontramos en numerosas calles de nuestro país. Amigas inseparables de los esquites, los elotes y las mollejas, las patitas de pollo son algo más que un simple antojo callejero. Detrás de ese sabor tan popular, se esconden grandes beneficios para la salud. Entre los principales países que las consumen se encuentran México, China.Trinidad, Jamaica, España, Perú y Filipinas.

De acuerdo con una investigación hecha por la Universidade Nove de Julho en Brasil, las patitas de pollo son una fuente de colágeno. Esta proteína es la encargada de regenerar nuestros tejidos, cabello, uñas, etcétera; es decir, todo lo referente al sistema tegumentario.

En cuanto a su composición, 100 gramos de patas contienen los siguientes elementos:

215 calorías

63% grasa

37% proteínas

0% carbohidratos

También, debes saber que el caldo de pollo o de sus huesos es rico en un aminoácido natural llamado cisteína. Dicha sustancia ayuda a adelgazar la flema de los pulmones que se genera durante las enfermedades respiratorias, con lo cual será más fácil su expulsión.

Para un mayor efecto, puedes recurrir al caldo de huesos, mismo que incluye pellejos, pico, mollejas y, por supuesto, patas. ¡Muy a tiempo para combatir los síntomas del Covid-19!

Otro de los beneficios es el aporte de minerales como calcio, magnesio, silicio y azufre. Como resultado, tus huesos se fortalecerán y además puedes prevenir enfermedades óseas como la artritis y la osteoporosis.

demás, incluir patitas de pollo en tu dieta es de gran beneficio para tu intestino, ya que la gelatina es rica es un caloide hidrofílico, lo cual ayuda a absorber líquidos corrosivos del sistema digestivo, mejorando la digestión. Entre las vitaminas, las patitas son ricas en B2.

¿Cómo limpiar las patitas de pollo?

Recordemos que las patas de pollo son el principal punto de contacto de estas aves con el piso. Por ello, es importante que las limpies perfectamente antes de su consumo.

Primero lava bien las patas con agua y jabón. Luego sumérgelas durante 30 segundos en agua hirviendo y sácalas. Retira la primera capa de piel. Es de vital importancia recortar las uñas.

Hay quien después de lavarlas, las pasa por encima de la flama de la estufa con la intención de quemar los posibles residuos de pluma que hayan quedado. Al hacerse ceniza será más fácil de remover cualquier residuo sospechoso.

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